INSPIRACIÓN MÁS IMPACTO
Hola como están, deseo que muy bien, la propuesta de hoy es hablar sobre lo que denominé “El Guerrero Emocional” y vamos a ver de qué se trata.
Hace un par de años, cuando estaba entrenando Defensa Personal, antes de comenzar la lucha con mi compañero, y en este caso era combate con cuchillo, nuestro Profesor nos dice que debíamos saludar al oponente con respeto, indicándonos una forma de hacerlo la cual nunca había visto. Debíamos colocar el cuchillo de práctica a la altura del corazón, luego llevarlo hacia la cabeza (la frente), y al final extender el brazo hacia arriba. Según nos explicó nuestro Profesor que los antiguos guerreros lo hacían antes de comenzar la batalla y que con su espada saludaban al oponente, que este saludo hacía referencia e invitaba al guerrero que luchara con todo el corazón, la mente y espíritu.
Esta situación me llevó a investigar sobre la historia de los Guerreros Samurai, la palabra Samurai se utilizaba para designar una gran variedad de guerreros del antiguo Japón, aunque su aparente significado es «el que sirve», de una élite militar que gobernó el país durante cientos de años. Aunque no existe certeza del origen exacto de la palabra samurai ( 侍?), la mayoría de los historiadores concuerdan en que tiene su origen en una variación del verbo, en japonés antiguo, saburau que significa «servir», por lo que el término derivado saburai se convierte en «aquellos que sirven».
También leí que los Samurais se guiaban por El Bushido, que literalmente significa «El Camino del Guerrero», era el código, la ley, compuesta por Siete Virtudes las que regían las vidas de estos Guerreros.
Habiendo mencionado esto, en este momento no voy a desarrollar cada una de las Virtudes, pero si quiero detenerme en:
勇 Yu- Coraje
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
…”
Por lo que puedo interpretar en este punto del Bushido, el Samurai ponía por delante las virtudes, valores como son el coraje, la prudencia, la fortaleza, el respeto, la precaución y que con ello de alguna manera reemplazaban al miedo, el temor, la inacción ya que esto según el texto lo consideraban igual a no vivir.
Teniendo presente lo manifestado hasta ahora, les cuento por qué elegí de título “El Guerrero Emocional” (primera parte), se me plantearon interrogantes sobre estos valientes Guerreros y como se llevaban con sus emociones: ¿sentían miedo?, ¿qué los impulsaba salir a la batalla sin que quedaran paralizados?, ¿cómo entrenaban para poder superar sus miedos?
Es por ello que me voy a detener en las Emociones del Guerrero y no profundizar sobre otros aspectos que si abordaremos en los próximos artículos.
El Guerrero Samurai entrenaba las artes marciales antiguas, sus técnicas, destrezas, combate con armas, las tácticas y estrategias del combate, pero me pregunto qué hacía con su Inteligencia Emocional.
Durante muchos años y creo que casi toda mi vida, ya con 50 años, tenía la creencia que mientras más conocimiento acumulaba, más títulos cosechara, mejor me iría en la vida. Esto fue hasta que comencé a formarme en Liderazgo y allí pude ver y aprender entre otras habilidades, el entrenamiento en Inteligencia Emocional y Procesos de Aprendizaje (Aprender a Aprender), pudiendo constatar que éstas habilidades son muy importantes en la Construcción del Liderazgo Personal.
Con respecto a ello cuando hablamos de un Proceso de Aprendizaje, más precisamente de las Competencias del Guerrero Samurai o bien las de un Líder, debemos tener presente que se deben dar las condiciones que se plantean a continuación:
…”
La Competencia es un conjunto integrado de Conocimientos, Habilidades y Actitudes que posibilitan efectuar una acción o realizar un desempeño efectivo en un contexto determinado. Estos componentes deben interactuar en forma conjunta, sincronizada y sinérgica para poder ejecutar el comportamiento deseado.
1) El Conocimiento: Da cuenta del componente cognitivo e implica poseer la información necesaria y la capacidad de analizarla, interpretarla y vincularla adecuadamente.
2) Habilidades: Abarca las aptitudes, cualidades personales, destrezas físicas y capacidades intelectuales e imaginativas.
3) Actitudes: Incide fuertemente en la implementación del Saber Hacer. Cuando hablamos de Actitudes incluimos los componentes motivacionales y afectivos del sujeto, los rasgos de personalidad, la disposición anímica y el estado emocional.
El Guerrero Samurai, como lo mencionara anteriormente, en sus entrenamientos seguramente desarrollaba las técnicas y destrezas marciales, pero mi interrogante sigue siendo como hacía para implementar el punto 3: su actitud, estado de ánimo y emociones. De qué manera gestionaba las emociones como el miedo, el enojo, la ira, la tristeza, etc.
Continuando con ésta línea de pensamiento también me pregunto: cómo los Líderes actuales gestionan sus emociones?.
Joseph Joubert
Analizando ésta frase del Ensayista Francés que escribió sobre la Naturaleza del Ser Humano podemos ver que hay puntos de encuentro con la Virtud del Coraje del Bushido ya que relaciona la Emoción con la Acción (el hacer).
En la Película “El Último Samurai”, recuerdo un fragmento donde el personaje interpretado por el actor Tom Cruise, se lo ve practicando las técnicas marciales para luego disponerse a luchar con uno de los Samurai de la aldea. Luego de unos minutos de combate el Samurai le estaba dando una paliza y en ese momento se le acerca un joven y le dice “no mente, no pensar”.
https://youtu.be/UNchZ-SPzQ0
Con este ejemplo me surge decir que el personaje interpretado por Cruise posiblemente había asimilado los Conocimientos (técnicas marciales), las Habilidades (destrezas físicas y mentales) pero en ese momento debía conectarse con su corazón, sus emociones (Inteligencia Emocional) para poder fluir en el combate a partir del equilibrio en las que denominamos Dimensiones del Ser Humano: Corporalidad, Emocionalidad, Pensamientos y Espiritualidad.
Si tenemos presente que la Emoción se produce de manera automática como respuesta inconsciente ante un hecho que acontece en nuestro entorno y que de ello resulta una acción, entonces encontramos un vínculo entre la emocionalidad y la corporalidad, generando una reacción fisiológica y a partir de ello una disposición corporal particular.
Mover el cuerpo implica de alguna manera intervenir nuestra emocionalidad, Ej: bailar, practicar deportes, expresión corporal, etc.
Podemos decir que el nexo entre la emocionalidad y corporalidad es la Respiración ya que ésta es nuestra expresión primaria y esencial.
¿De qué manera los Guerreros Samurai lograban el centramiento de la Corporalidad, Emocionalidad, Pensamientos y Espiritualidad?, la respuesta estaba dada por la práctica habitual de la Meditación, como se puede apreciar en el personaje del Samurai Katsumoto de la película antes mencionada.
Si tenemos presente que cuando estamos bajo la emocionalidad del enojo, ira, miedo, nuestro ritmo respiratorio es lo primero que se altera y después obviamente acompañan otros efectos fisiológicos. Es por esto que la respiración surge como el recurso disponible más simple, natural y poderoso para producir una modificación de nuestro estado interno.
Respiramos de manera continua e inconsciente. Muy raramente nos detenemos a observar de qué forma estamos respirando. Cuando salimos de este comportamiento automático y focalizamos nuestra atención en el proceso de respiración, algo muy fuerte acontece.
Con respecto a ello desde Inspiración + Impacto ofrecemos un Programa Exclusivo para entrenar la Competencia de la Fortaleza Emocional la cual consideramos sumamente importante a desarrollar por todo Líder.
En esta primera presentación del artículo haré mención de qué manera podemos Gestionar el Estado Emocional y comenzaremos por el siguiente punto:
…”
La Respiración Consciente: constituye una eficaz estrategia de intervención, cuando tenemos ataques de furia, enojo, indignación y reaccionamos violenta o descontroladamente. También cuando estamos tomados por la emocionalidad del miedo, el temor y podemos llegar a tener ataques de pánico. En cualquiera de estas emociones la respiración se vuelve corta, interrumpida, acelerada, superficial y se ubica en la parte superior del pecho.
La Respiración Consciente tiene el propósito de generar el estado inverso a través de realizar un ritmo respiratorio típico de una emocionalidad de tranquilidad, descanso y bienestar. Esta respiración es lenta, regular, profunda, relajada y abdominal.
La técnica consiste en sentarse en una posición cómoda, con la espalda erguida y comenzar a disminuir el ritmo respiratorio. Inspirar profundamente tomando el aire por la nariz y enviándolo a la zona abdominal y diafragmáticamente para relajar el plexo solar. Continuar inspirando hasta que se llenen los pulmones y luego respirar lentamente. Es conveniente cerrar los ojos y concentrar la atención en la respiración, observando cómo la entrada y salida del aire produce el movimiento del abdomen – que sube al inhalar y baja al exhalar – y las aletas de la nariz se dilatan y se contraen. Ir haciendo que la respiración sea cada vez más profunda y pausada.
Cuando el ritmo disminuye en forma notable se va generando una relajación del sistema nervioso. Es muy importante concentrar la atención en la respiración y no involucrarse en ningún pensamiento que aparezca, simplemente dejar que sigan su camino sin ningún tipo de juicio ni interpretación. Hay que mantener esta respiración plena y continuada durante un cierto tiempo, hasta que podamos verificar nuestro cambio anímico
El poder de transformación de la emocionalidad que posee esa técnica, radica en que actúa a un doble nivel. Por un lado cambia la corporalidad generada por la emoción y al adoptar un ritmo respiratorio que nuestra psiquis vincula a un estado emocional de relajación, tranquilidad y placidez, produce que nuestras emociones lentamente se vayan adaptando a ésta señal corporal. Así como la emoción cambió la corporalidad, ahora la corporalidad modifica la emoción.
Por otra parte, al obligarnos a que la atención se concentre en la respiración, se produce el aquietamiento de la mente. De esta manera se detienen los pensamientos que generaron la emoción y el individuo se concentra en el presente, en el aquí y ahora. Este no es el proceso intelectual sino una vivencia de autopercepción y de entrega personal a la experiencia, que intensifica gradualmente el espacio de contacto con uno mismo.
…” (Maestría Personal-Camino del Liderazgo – Oscar Anzorena)
En la próxima entrega seguiremos conversando con este “Guerrero Emocional” para que nos siga contando que acciones debemos llevar a cabo para construir la Fortaleza Emocional necesaria que debe poseer todo Líder.
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Ing. Walter J. M. Moyano – Socio Fundador de Inspiración + Impacto